martes, 27 de septiembre de 2011

Vila del llibre a Bellprat



El proper cap de setmana a Bellprat, vila de la comarca de l'Anoia, se celebra la tercera edició de la Vila del llibre.
Us en deixem l'enllaç i us convideu a visitar-la. Nosaltres hi presentarem L'àvia necessita petonets, diumenge dia 2 d'octubre, a les 16.30 hores.
Aquest esdeveniment ha fet que un petit poble es converteixi per uns dies en un lloc ple de lletres i música, amb mercat de llibres usats i moltes activitats per gaudir de l'ambient rural en família. Us hi esperem!




El próximo fin de semana en Bellprat, villa situada a unos 80 km de Barcelona, se celebra la tercera edición de la Villa del libro.
Os dejamos el enlace y os invitamos a visitarla. Nosotras presentaremos La abuela necesita besitos, el domingo día 2 de octubre a las 16.30 horas.
Este acontecimiento ha hecho posible que un pequeño pueblo se convierta por unos días en un lugar lleno de letras y música, con un mercado de libros usados y muchas actividades para disfrutar del ambiente rural en familia. ¡Os esperamos!http://www.amicsdebellprat.cat/

jueves, 22 de septiembre de 2011

Se buscan abuelos modernos



http://advancedstyle.blogspot.com/

Y los hemos encontrado




Ari Seth Cohen, se dedica a fotografiar abuelas urbanas, con un look llamativo, original o simplemente distinto, en este original blog, que hemos descubierto de la mano de nuestra amiga Lolita Butterfly .
Os recomendamos que le déis un vistazo, porque, ¿quién dijo que hacerse mayor significa hacerse viejo?


Desde La abuela necesita besitos, felicitamos a estas señoras, por querer estar a la moda y no renunciar ni a los colores ni a la creatividad.


miércoles, 21 de septiembre de 2011

Día Mundial del Alzheimer



En tiempos de desacuerdos, todos los países del mundo han decidido que hoy, 21 de septiembre, sea el Día Mundial del Alzheimer.

Desde La abuela necesita besitos queremos poner nuestro granito de arena para hacer que esta enfermedad sea más conocida por todos, porque la información es necesaria para poder hacerle frente.

Podéis consultar las webs que tenemos enlazadas en el blog, o este artículo del diario El Mundo, que hace un análisis intensivo de todos los frentes abiertos en la actualidad, desde el diagnóstico precoz al tratamiento.


viernes, 16 de septiembre de 2011

Llamada de socorro

Ilustración Carme Sala. Todos los derechos reservados.

Hace un par de días, Leles nos mandó esta carta tan cariñosa y tan desesperada al mismo tiempo.
Su abuelo, su abuelo que hace que se vea pequeñita, está enfermo. Nos preguntas quién da besos a los nietos. Como los de sus abuelos, nadie, por desgracia. Pero te voy a contar un secreto, Leles, uno que me contó mi madre, y  que puedes leer aquí: cuando los abuelos nos dejan, no se van del todo, siguen a nuestro lado.
Sólo tienes que escuchar  bien y oirás su consejo detrás de tus orejas, te lo dejó grabado en algún lugar de tu corazón. Y si te concentras más, podrás sentir su mano sobre la tuya. Y si aún así te entran ganas de llorar, escucharás su voz diciéndote "no, hija, no llores, que me haces llorar a mí". Sonríe, porque lo único que puedes darle es tu felicidad. Mientras viva, será la fuerza que le ayude a pasar los días y cuando te falte, esté donde esté, estoy segura que velará por ti. Y si nada de esto funciona, te mandamos muchísimos bicos virtuales y te apoyamos hasta que te sientas mejor.

Gracias por tu cariño hacia nosotras, eres un encanto.


Querida abuela María:
Te escribo porque necesito escribir, desahogar mi pena y buscar consuelo en el regazo de una abuela que me puede escuchar y que está dispuesta a mecerme.
El protagonista de mi escrito "en tus ojos me veo pequeña" está muy malito. ¡Quién me lo iba a decir!!. Una podrida enfermedad le está robando el aliento, las ganas de comer y, poco a poco la alegría de vivir. No brillan sus ojos, aunque se esfuerce para que  no lo veamos sufrir.
Quisiera ayudarlo, y no sé cómo. Quisiera que esos ojos se llenaran de esperanza y volvieran a hacerme sentir niña una y otra vez.
Por ahora no sabe qué le espera, por no saber, no sabe ni que tiene un cáncer gástrico que lo está comiendo por dentro. Le van a quitar el estómago (tengo esperanzas porque, supongo que los médicos no se atreverían a hacer una operación así si ven que ya no tiene remedio). Mi abuelo necesita mucha fuerza para afrontar lo que le espera y yo quiero transmitirle toda mi energía para que lo supere y sea optimista, pero no sé cómo hacerlo. En los próximos días comenzaremos el traslado a casa. Viven (él y la abuela) a 130 kilómetros de nosotros y los vamos a acomodar en casa para que no estén sólos. Para ellos éso ya va a suponer un mal trago, pues el pueblo es su vida y les costará hacerse a la cuidad. Pero no queremos que se opere lejos de donde estamos, queremos acompañarlo siempre.
Supongo que el tiempo nos irá curando las heridas, pero ahora mismo están muy frescas y aún nos duelen. No quiero despedirme de mi abuelo y no sé cuándo dejaré de sentir esta pena. Tengo miedo (no sé si es la palabra exacta), y quisiera evitarle todo sufrimiento. Es una persona sanísima mentalmente, consciente de lo que le rodea y que desconfía que algo no va bien. Supongo que le rondarán por la cabeza mil y un sentimientos, y espero que no sufra mucho. Sólo eso, que no sufra. Aunque creo que es muy difícil.

 Físicamente, mi abuelo ya no es ni será el mismo... deseo seguir viéndome niña a sus ojos y volver a reir juntos.

Abuela María... ¿quién mima a los nietos sin abuelos?, ¿cómo tenemos que afrontar el sufrimiento de estar perdiendo a un abuelo?

Muchas gracias por escuchar (o leer) mis palabras. Gracias de todo corazón. No te preocupes, no espero que me soluciones la papeleta, simplemente quería que supieras que, así como los abuelos necesitan los besitos de sus nietos, los nietos también necesitamos los besitos de los abuelos.

Un bico muy gordo Abuela María.
Un bico muy gordo chicas!!

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Els tomàquets de l'avi Damian. Los tomates del abuelo Damian

L'Apanona ens ha explicat la història dels tomàquets del seu avi. Moltes olors i molts sabors es relacionen amb els nostres records...


Il.lustració Carme Sala; Tots els drets reservats.




De petita els meus pares tenien una botiga a la ciutat veïna. Els horaris impossibles feien que passés molt temps al mas dels avis. Era un mas força gran i per a un nen era un lloc ideal per créixer: animals de granja, gats, gossos i un munt de racons i raconets per viure-hi mil aventures. 


En recordo especialment els estius calurosos en què campava pel mas tot el dia només en calcetes i descalça, mig salvatge. L'avi Damian trafiquejava tot el dia fent una cosa o altra a l'hort, amb els animals, els arbres fruiters.... Sempre duia posat un barret tipus panamà i una samarreta "imperi" blanca. Era un home físicament contundent, de posat seriós i poc parlador. Amb els néts però era diferent i tot i no ser canaller, era molt pacient i sempre ens tenia llesta una frase, un joc de mans o una cantarella. Un dels records d'estiu més especials que tinc amb l'avi és de quan jo devia tenir uns 5 anys en què va preparar-me una tomaca de l'hort. La recodo molt grossa, verda i vermella. La va obrir per la meitat, hi va posar una mica de sal i ens en vam menjar una meitat cada un, a mossegades. La vaig trobar taaaant bona! Encara avui, quan sento la intensa i aspra olor de tomaquera, em transporta increïblement en aquell dia d'estiu tant especial amb l'Avi Damian



Los tomates del abuelo Damián



Apanona nos ha contado la historia de los tomates de su abuelo. Muchos aromas y sabores se relacionan con nuestros recuerdos...


De pequeña mis padres tenían una tienda en la ciudad vecina. Los horarios imposibles hacían que pasara mucho tiempo en la masía de los abuelos. Era un caserío bastante grande, y para un crío era el lugar ideal para crecer: animales de granja, gatos, perros y un montón de rincones y rinconcillos para vivir mil aventuras. 

Recuerdo especialmente los veranos calurosos en que campaba por la masía todo el día sólo en braguitas y descalza, medio salvaje. El abuelo Damian trajinaba todo el día haciendo una u otra cosa en el huerto, con los animales, con los frutales... Siempre llevaba puesto un sombrero de Panamá y una camiseta imperio blanca. Era un hombre físicamente contundente, de pose seria y poco hablador. Sin embargo, con los nietos era diferente, y a pesar de no ser muy niñero, era muy paciente, y siempre nos tenía preparada una frase, un juego de manos o una cancioncilla.

Uno de los recuerdos de verano más especiales que tengo con el abuelo es de cuando yo debía tener unos 5 años, y me preparó un tomate del huerto. Lo recuerdo muy grande, verde y rojo. Lo partió por la mitad, lo aliñó con un poco de sal y nos comimos la mitad cada uno, a mordiscos. Lo encontré taaaan rico! Aún hoy, cuando siento el olor intenso y áspero de la tomatera, me transporta increíblemente a aquel día de verano tan especial con el abuelo Damian.





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